lunes, 28 de junio de 2010

Homosexualidad y curanderismo
Ha llegado a oídos de la consellera de Sanitat, Marina Geli, que hay clínicas privadas
y psiquiatras que lucran con supuestas “curas” de la homosexualidad, y con toda la
razón del mundo, se ha propuesto investigar cuáles son esos “tratamientos”. Porque
difícilmente se puede curar algo que no es una enfermedad y desde el siglo pasado
la comunidad científica ha descartado que lo sea.
Yo le puedo informar que hace muchos años en la otrora clínica Tibidabo,
se aplicaba tratamientos de choque eléctrico a aquellos hombres que pretendían modificar su comportamiento sexual adaptándolo a la norma. Y curiosamente, quien practicaba tan inhumano tratamiento… era un gay asumido, que vivía públicamente con su pareja y no tenía el menor interés en dejar de serlo, sino que gozaba con él. Cuando le reproché el “tratamiento” que le dispensaba a aquellos incautos, me dijo que lo hacía a demanda y que el comportamiento homosexual afectabmuchas veces las condiciones laborales, la vida social y familiar de las personas. De acuerdo. Completamente de acuerdo: durante muchos siglos, hemos vivido bajo la represión de las conductas homosexuales. Pero también, durante siglos, hemos luchado por erradicar la homofobia, y en la actualidad, disponemos de muchos recursos para proteger y amparar a quienes son perseguidos o excluidos por su actividad sexual. Los homosexuales disfrutan en este momento de igualdad con los heterosexuales, tanto legal como social, pues si sufren alguna persecución homófoba, pueden denunciarla. Y en todo caso, vuelvo a decir algo que le dije entonces a ese hipócrita psiquiatra que electrochocaba a sus pacientes, les cobraba un pastón, mientras él gozaba plenamente de su condición de gay: quien tiene que cambiar es la sociedad, no el homosexual. Un psiquiatra debe ayudar al homosexual a aceptarsea sí mismo, a vivir con libertad y alegría su condición, a no sentirse discriminado, y si lo es, a denunciar la discriminación
Parece que Josep Antoni Duran Lleida también está de acuerdo con los psiquiatras que se forran prometiendo una “cura” a la homosexualidad, aunque no explica cuál es la terapia científica, efectiva y contrastada para hacerlo. ¿Le gustaría que un hijo o una hija
suya recibieran una serie de electroshocks o le irradiaran golpes eléctricos mientras les
proyectan escenas homosexuales? Pavlov estaría contento, seguramente, pero ha sido superado hace muchos años. Y Pavlov lo hacía con perros, no con humanos.
Lo ayuda que debe hacer un psiquiatra ante un homosexual es ayudarlo a aceptarse, a luchar para ser quien es sin sentirse perseguido ni humillado y contribuir desde su profesión y su humanidad a que no exista ninguna discriminación social, laboral o familiar ni por el color de la piel, ni por el credo religioso, ni por la ideología
política ni por la tendencia sexual. El inconveniente es que quizás con esta actividad
no se forra. Desde aquí invito a Marina Geli a investigar a todos esos profesionales curanderos de enfermedades inexistentes. No han salido de la etapa de cromagnones,
pero ganan mucho dinero con los prejuicios y la represión social.

2 comentarios:

Juliett Farnesse dijo...

QUE HORROR, ES COMO TENER UNA PESADILLA MEDIEVAL Y MAS HORROR ES SABER QUE AUN HAY MENTALIDADES ASI DANANDO A LA HUMANIDAD PORQUE QUE MAS HUMANO QUE ELEGIR NUESTRAS PREFERENCIAS.
Y DESPUES DICEN QUE LAS TEORIAS FOUCALTIANAS PASARAN DE MODA, QUE MAS EJEMPLO PARA DECIR QUE NO QUE ESTE.
GRACIAS POR EL POST Y UN FUERTE ABRAZO.

Duroc dijo...

Muy bueno el post. Parece que en varias esferas el "deconstructivismo" aflora más allá de la tenue falla linguística-sexual. Un saludo Cristina.